Torrija time

Ya Jueves Santo y yo sin contaros nada sobre algo tan típico como son las torrijas. Lo cierto es que he tenido que probar varias para hacer esta mini selección. Si es que los sacrificios que hago yo por mis lectores no están pagados (¡pero qué morro tienes, Cris!).

En buena medida creo que el éxito de las torrijas viene dado porque es un tipo de dulce que solo podemos comer en una época del año determinada. Bueno, se pueden comer torrijas siempre, pero lo que seduce es que están más disponibles en esta época del año y las que no comamos ahora no las podremos catar hasta el año siguiente .Por otro lado, creo que también levantan pasiones porque siendo un plato típico de  la cocina de aprovechamiento (para dar salida al pan duro) y con ingredientes sencillos y económicos , la mano del cocinero juega un papel esencial al igual que el sempiterno debate tradición versus innovación. A pesar de su reducido coste en materia prima, su papel principal en la gastronomía de la Semana Santa ha hecho que el precio se eleve hasta el infinito en algunos casos. 
Con estos precedentes veamos que nos hemos encontrado en el panorama torrijil madrileño en este 2018:

1. Cala-Millor Madrid. Nos toca ir hasta Sanchinarro para degustar una torrija tradicional en un amplio, luminoso y bien decorado local. Están elaboradas con pan especial para torrijas mojado en leche azucarada, va rebozada, frita y aderezada con azúcar y canela. Precio: 3,80€. 
Es lo que te esperas, rica sin estridencias y dentro de un precio razonable.



2. Mamá Framboise. En varias ubicaciones ( Fernando, VI y siete sucursales más) encontramos esta versión moderna de la torrija: brioche de chocolate empapado en crema de leche achocolatada con toques de canela -pocos- y bañada parcialmente en chocolate negro súper crujiente. Yo tuve mala suerte porque estaba muy pasadita la que probé, no era del día ni mucho menos. Pero igualmente alabo  la innovación. Además me esperaba un precio mucho más alto y fue tan ajustado como el de 3,50€.



3. Maddock. En este restaurante tan cool  del número 26 de la Calle General Martínez Campos, podéis probar también una torrija tipo brioche servida con helado de turrón. Eso sí, hay que rascarse  mucho más el bolsillo : 6,50€ . A mí no me mereció la pena.





Ya me despido de mi periplo torrijil hasta el año que viene porque son auténticas bombas calóricas y el verano está a la vuelta de esquina.

Comentarios

  1. ¡Qué buenas están las torrijas! Alguna vez probé las de Mama Framboise, pero sin duda me quedo con la clásica de Cala Millor.

    ¡Un saludo!

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  2. Por mi parte, clásica, la de toda la vida para decir ¡Me estoy comiendo una torrija!

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